Hoy me arriesgo a abrir mi corazón de la misma forma en la que se abre la flor para esparcir su aroma, con la insignificante diferencia de que yo solo quiero liberar mi tristeza, mi rabia y sobre todo mi desilusión.

Me desahogo ante un papel, en la solitaria compañía de unas notas musicales, que al final son las únicas que siempre están conmigo, porque cuando todos están felices tu tristeza no tiene importancia, y es en ese
momento vacío donde solo ves espaldas y un nudo se posa en tu garganta mientras aprietas los parpados con  fuerza para impedir que salgan lágrimas, ese mismo momento donde te niegas  a recibir un trago y donde mirar la luna ya no te reconforta porque  hasta esta ya se ha escondido, miras el suelo y el vacío en el estómago quiere doblar, el dolor en el pecho quiere asfixiarte y las lágrimas que se deslizan por tus mejillas quieren ahogarte en un profundo e infinito mar de dolor que parece nunca terminar, prefieres alejarte del bullicio y la gente para estar solo y despejar tu mente, pero hasta las hojas de los árboles que tranquilas caen te hacen recordar esa sonrisa y esa mirada que un día te dieron la señal para entrar a un mundo irreal y fantástico, lleno tan solo de felicidad, ese mismo mundo que fue tan difícil construir pero tan fácil de derrumbar, y que cuando se derrumbó te dejo atrapado en las ruinas, y es justo en este momento cuando intento luchar con mi testarudo corazón, para hacerle entender que no siempre la vida te da lo que quieres, y que cuando te arriesgas a enamorarte desmedidamente, también te estas arriesgando a recibir los golpes más duros, que son aquellos que no dejan moretones pero que si dañan corazones, e irónicamente me salen versos mientras intento desahogarme en la libre prosa que estoy seguro se abstendrá de llamarme “idiota”, porque eso es lo que piensa la mayoría de la gente, aquellos que ya dejaron de creer en el amor y que temen ilusionarse… los entiendo, nunca había comprendido por qué todos decían que el amor dolía, y aunque ahora estoy cercano a olvidar todo, tragarme el dolor y secarme las lágrimas, hay una parte de mí que aún se niega a olvidar, y se niega a la irrefutable verdad de que todo termino, y es allí donde reside mi dolor, los seres humanos no fuimos educados para aceptar los finales, por eso siempre duelen, pero duelen más aun cuando el motivo del final carece de sentido y menos sentido tiene el inicio, y lo que más me duele es el hecho de que me hicieras empezar a escribir una historia que yo consideraba infinita y sublime, pero el zapato de cristal se rompió  demasiado rápido y aun no estaba preparado para recoger los vidrios rotos, esos mismos que ahora intento unir pero que terminan cortándome, justo en ese montón de vidrios rotos veo reflejado a mi corazón que está hecho pedazos pensando en la sonrisa que debes tener mientras yo me muerdo los labios de la rabia que me genera el hecho de saber que te fuiste dejando a tu paso una infinita estela de dolor y vacío que me tortura, pero por suerte el papel me entiende y mientras haya tinta en el esfero mi cerebro no se cansara de escribir palabras al azar, que reflejan el dolor, la confusión y la nostalgia que invaden mi corazón, y quizás te parezca ridículo sufrir por amor, pero te aseguro que alguna los has sentido y también has querido morir, seguro te parece ilógico que yo me condene por una historia tan efímera y fugaz como la nuestra pero seguro no sabes cómo duelen las ilusiones, y como duele saber que no siempre los sueños se hacen realidad… y es bastante simple, eras todo lo que buscaba, tu sonrisa infinita que se confundía con tu cabello multicolor que resaltaba los ojos que no eran más que un espejo a tu alma, todo esto acomodado de una manera exacta en un rostro perfectamente simétrico como siempre lo quiso Aristóteles, y tu personalidad… tan oscura y confusa, tan interesante e intrigante, tan profunda y diversa, y se me agotan los adjetivos para describir la hermosura de tu ser, pero vuelvo a bajar de la nube, y la realidad se me ríe en la cara mientras me dice “TONTO”, es ahí cuando mi sonrisa se esfuma, y mis pequeños ojos solo expresan desolación y tristeza, entonces quisiera ser dios para mover un par de fichas de rompecabezas y volver a unir nuestros caminos, porque simplemente las cosas ya perdieron sentido, el cielo se torna gris en verano y las flores se marchitan en primavera, y ese es el flujo de mi vida sin ti tan solo es una cadena de acontecimientos que me convencen más y más de que nunca te volveré a tener, entonces agacho la cabeza me pongo un audífono en cada oído con una lagrima en mi mejilla me refugio en la música, aquella que nunca me abandona, como si lo hacen las personas, pero de la misma manera en que todos me dan la espalda yo los ignoro, es por eso , tan solo por eso, que mientras acepte la idea con la que lucho cada día, me desahogare ante el papel y no estaré para nadie.